Desde los albores de la Humanidad los humanos hemos reparado en las extraordinarias facultades mentales de los córvidos. De hecho, el propio nombre de Sacecorbo hace referencia a Saz del Cuervo.
Es muy conocida la fábula de Esopo en la que se describe cómo un cuervo sediento que no podía alcanzar el agua que había en el fondo de una jarra, empezó a arrojar piedras dentro de la misma hasta que el nivel del agua subió lo suficiente como para poder beber. O, en la mitología nórdica, se habla de dos cuervos míticos: Hugin (pensamiento) y Munin (memoria), que cada amanecer eran liberados por Odín para volar por todo el mundo y regresar cada anochecer para contar al Dios todo lo que habían visto y oído.
Y aquí está la clave de la inteligencia de los córvidos, en la trilogía Observación – Memoria – Aprendizaje. Los córvidos tienen una memoria extraordinaria: ellos observan a su alrededor, detectan las regularidades del ambiente y efectúan asociaciones causa-efecto. Después recuerdan todo lo observado («memoria episódica»): como animales que forman sociedades complejas, los córvidos deben recordar quién es quién en su sociedad y qué lugar ocupa en la jerarquía. Se han realizado estudios en Washington (EEUU) que han demostrado que los cuervos son capaces de recordar caras humanas y asociarlas a eventos positivos o negativos.
Los cazadores, siempre grandes perseguidores de los córvidos, saben muy bien cómo estas aves aprenden en seguida cómo ponerse fuera del alcance de sus armas volando a la altura correspondiente adonde no pueden llegar sus balas. La memoria es el gran aliado de estos increíbles pájaros.
El cuervo y la jarra: de la fábula a la realidad.
El comportamiento de los córvidos fascina a los investigadores
Y luego está el aprendizaje. Al igual que sucede con los llamados «primates superiores», entre los que nos gusta incluirnos a los humanos, los córvidos tienen la crianza más larga de polluelos de toda la Clase Aves: en los cuervos este proceso puede llegar a los cinco años, proceso durante el cual el polluelo aprende intensamente de sus padres y de los otros miembros de su sociedad. Los cuervos, por ejemplo, son capaces de comunicar a su grupo social lo que ha sucedido: se han identificado 250 «graznidos» diferentes que puede emitir un adulto. Y, además, cada adulto «habla» en dos registros diferentes: más bajito para su familia, y más alto para el grupo social. Además, usan también los gestos.
Por estas razones se ha llamado a los Córvidos «Primates con alas». Comparación que no es del todo descabellada y vemos que Córvidos y Primates superiores comparten tres características esenciales: omnivoría alimentaria, grupos sociales complejos con comunicación interna, y larga crianza de los polluelos. Hacia el final de la exposición trataré de razonar más detalladamente esto.
El comportamiento de los córvidos empezó a ser estudiado seriamente por el gran teólogo Konrad Lorenz (Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1973), cuando ya en su juventud escribió sus artículos Observaciones sobre las grajillas (1927) y Contribuciones a la Ecología de los córvidos sociales. Pero el boom de los estudios sobre la inteligencia de los córvidos se dispara desde los años 1990 por los grandes avances en Neurociencia y, sobre todo, tras el descubrimiento de que el cuervo de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides) era capaz de usar herramientas, algo que hasta entonces sólo se conocía en Primates.
De hecho, la anatomía de los Córvidos está bien adaptada al uso de herramientas: un pico recto que permite una superposición binocular de los ojos superior a la de cualquier otra ave estudiada. Este pico recto y robusto también está admirablemente conformado para sostener y manipular la herramienta correspondiente que, al sujetarla con el extremo, se encuentra de pleno en el campo de visión de ambos ojos.
En efecto, este cuervo es capaz de usar pequeñas ramitas y modificarlas para hacer ganchos con los que escarbar en las cortezas de los árboles para «cazar» larvas de insectos. Posteriormente se han hecho multitud de experimentos con ellos en laboratorios. Se ha demostrado que estos cuervos no sólo fabrican herramientas sino que son capaces de fabricar también «meta-herramientas», esto es, herramientas para fabricar otras herramientas, incluso usando materiales que son desconocidos para el cuervo en su ambiente natural. El uso de meta-herramientas implica tres niveles de cognición que no nos queda más remedio que reconocer que es difícil de encontrar fuera de los Primates:
El cuervo de Nueva Caledonia es capaz de resolver problemas complejos usando herramientas
– Conciencia de que la herramienta puede usarse para fabricar otras herramientas, y no para obtener alimento
– Algún tipo de razonamiento analógico
– Inhibición del impulso inmediato de obtener comida
– Integración de un comportamiento organizado jerárquicamente: primero hago esto, luego esto, y finalmente esto otro.
Más aún. Se han diseñado experimentos en los que el cuervo, para poder alcanzar su herramienta, debía superar varios obstáculos y pruebas para llegar a obtener su herramienta con la que conseguir su comida. El cuervo, tras observar la situación, con frecuencia lo resuelve a la primera. Tiene que hacerse algún tipo de «imagen mental» del problema y «ensayar» en su cerebro previamente las «soluciones» que se le hayan ocurrido. Como ves, las implicaciones de estos experimentos son inmensas: pensamiento innovador, plasticidad, capacidad de resolución de problemas.
Los cuervos y las Teorías de la Mente
El concepto «Teorías de la Mente» hace referencia a la habilidad de comprender y predecir la conducta de otros miembros de una sociedad. Esto ha sido demostrado en córvidos a través de una de sus costumbres más arraigadas: el esconder comida.
Al esconder comida, los córvidos pueden «ponerse en el lugar» de posibles competidores
En efecto, muchos córvidos esconden comida para reservar en épocas de escasez o para consumirlas en otro momento, incluso comida robada a otros córvidos. La gran memoria de estos pájaros les permite familiarizarse con árboles y rocas en derredor para hacerse una «foto mental» con la que encontrar más tarde su escondite. Pero también como forma de encontrar el escondite de otro animal al cual ha observado previamente. Pues bien, en ciertas ocasiones un animal en concreto cambia el escondite que inicialmente había hecho para «prevenir» su robo por parte de otros congéneres.
Esto implica que en la mente del cuervo (también se ha observado en arrendajos), «cree el ladrón que todos son de su condición», y aplica a otros congéneres un posible comportamiento que él mismo ha realizado o está dispuesto a realizar.
El aprendizaje social es intenso en los Córvidos. Los polluelos son fuertemente «bombardeados» de enseñanzas procedentes de su familia y de su grupo social. Se ha descrito el llamado «funeral de los cuervos», en el que grupos numerosos se congregan en las cercanías de algún camarada muerto, antes de emprender luego el vuelo al unísono. Esto se ha interpretado como una especie de enseñanza colectiva: «mirad lo que le ha pasado a éste. Observad y aprended».
¿De dónde viene esa inteligencia?
Retomo aquí la comparación que te hice antes entre córvidos y primates. Se ha dicho (y no sin razón, creo), que las razones de la gran inteligencia de los córvidos puede encontrarse en ciertas características que comparten con los primates «superiores»:
a) Los córvidos viven en sociedades complejas y jerarquizadas, donde cada miembro debe reconocer a otros, así como su lugar en la sociedad y comportarse en consecuencia. Las especies que mantienen este tipo de relaciones sociales se enfrentan a demandas cognitivas que no experimentan otras especies: es la llamada inteligencia de relaciones, con la cual mediante la observación y el aprendizaje social, los individuos son capaces de compartir y transmitir comportamientos innovativos.
¿Pudo la inteligencia superior originarse en varios grupos zoológicos por convergencia evolutiva?
b) La omnivoría casi perfecta de los córvidos puede ser otro punto de contacto con los Primates que ha coadyuvado hacia el desarrollo de una inteligencia «superior». La cognición espacial que se necesita para la localización y almacenamiento de alimentos lleva a un tamaño superior en el cerebro de las aves. Las variables ecológicas a las que se enfrentan la mayoría de los córvidos son las mismas a las que se enfrentan la mayoría de los Primates. Pero, al ser los córvidos más extendidos planetariamente, se enfrentan además a una mayor variabilidad ecológica para la cual deben desarrollar comportamientos flexibles.
c) La relación entre el tamaño del cerebro de los córvidos y su cuerpo es similar a la existente en los Mamíferos en general y los Primates en particular
d) La larga crianza y aprendizaje de los polluelos
Las cuatro herramientas cognitivas no verbales que comparten primates y córvidos. Dibujo: C. Cain
Ahora bien, estas similitudes hay que relativizarlas. No podemos olvidar que las principales habilidades cognitivas que tienen los mamíferos provienen de un área cerebral llamada neocórtex, la más evolucionada, que no existe en las Aves. En éstas, la clave de la cognición compleja se encuentra en el Telencéfalo, una estructura más primitiva que el Neocórtex mammaliano, y relativamente mal conocida hasta hace relativamente pocas décadas, debido a confusiones terminológicas y anatómicas que se arrastraban del pasado.
Por todo ello, se ha propuesto por parte de algunos especialistas el que la inteligencia de los córvidos se haya moldeado por convergencia evolutiva con los Primates. Yo no digo ni que sí ni que no, lo interpreto como una línea de investigación más, muy sugestiva, y que no tiene por qué ser falsa.
Ahora bien, otros especialistas contestan esta teoría aduciendo que aún no se puede afirmar categóricamente esta convergencia evolutiva Córvidos-Primates y que para ello hay que profundizar en las investigaciones prestando especial atención a factores como:
-Concretar qué presiones selectivas han afectado por igual a las inteligencias de ambos grupos
-Qué tipo de convergencia estamos considerando y a qué nivel de análisis
-Cuando ambos grupos resuelven problemas complejos, ¿qué «algoritmos» mentales usan unos y otros? ¿son iguales, equivalentes o distintos?
La inteligencia de los córvidos abre prometedoras líneas de investigación
Los córvidos: quiénes son.
Externamente parece que todos son iguales: cuervos, grajos, cornejas, grajillas…negros y discretos pero en realidad se trata de una familia variada, con muchísimas especies desconocidas para el gran público con 24 géneros y unas 120 especies.
Árbol filogenético de los Córvidos
En primer lugar, debes saber que los Córvidos conforman la familia Corvidae dentro del Órden Passeriformes. O sea, que son parientes del herrerillo o del gorrión en cuanto están en el mismo Órden. La familia Corvidae, de hecho, alberga a los paseriformes más grandes en promedio aunque las especies concretas de paseriformes más grandes sean el ave lira o alguna de las aves del Paraíso. Se caracterizan por tener picos muy fuertes y rectos, patas también fuertes y unos «pelillos» que les salen en la base del pico.
Sus tamaños son variables, desde el arrendajo enano (Aphelocoma nana), de México, con 41 g de peso, hasta los magníficos cuervos común (Corvus corax) o de pico grueso (C. crassirostris), que alcanzan 1,4 kg y envergadura alar de 1,35 m.
Cuervo de pico grueso
Los Córvidos se originaron en Australasia, más concretamente por la zona de Nueva Guinea hace 50 millones de años, desde donde se irradiaron hacia el resto del mundo. De hecho, las únicas zonas de nuestro planeta donde no hay córvidos son las zonas polares y el extremo sur de Sudamérica. El género clave de esta familia, Corvus, surge en el Paleártico hace 11 millones de años.
En nuestra Península Ibérica tenemos presentes siete especies de córvidos:
– Cuervo común (Corvus corax)
– Grajilla occidental (C. monedula)
– Rabilargo ibérico (Cyanopica cookie)
– Chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus)
– Chova piquirroja (P. pyrrhocorax)
– Urraca común (Pica pica)
– Arrendajo común (Garrulus glandarius)
En general, los córvidos son aves sedentarias pero ante situaciones de escasez de comida pueden juntarse en grandes bandos y emprender emigraciones llamadas «irruptivas». Son animales proverbialmente oportunistas y adaptables, muy flexibles ante situaciones cambiantes. Su alimentación es, en general, omnívora: carroña, animales y vegetales. Los cazadores suelen perseguirlos (cómo no) por esa absurda manía de impedirles alimentarse de su comida natural, que a veces coincide con los animales que cazan los humanos: conejos, huevos de perdiz o de codorniz… y muchas especies de córvidos se han adaptado a ambientes antropizados, alimentándose de la basura o de la comida humana, y eso ha llevado a estas especies, como la urraca común, a una gran expansión.
Los córvidos son animales sociales. En sus sociedades se reconocen unos a otros, se siguen ciertas jerarquías y las relaciones internas son sólidas y de largo recorrido. Como verás más adelante, ésta es una de las claves de la gran inteligencia de los córvidos. Y una de las similitudes que tienen con nosotros, los humanos. La mayoría de los córvidos tienen, además, un fuerte instinto territorial. La mayoría de los córvidos se emparejan de por vida o, al menos, establecen relaciones de pareja de largo recorrido y los cuidados parentales son intensos puesto que el desarrollo y crianza de los polluelos es largo, el más largo de todas las Aves.
Colonia de grajillas
Y bien, estos son los córvidos. Como ves, tienen los mimbres para desarrollar su legendaria inteligencia: oportunistas, con relaciones sociales complejas, con una larga crianza de los polluelos…vamos a entrar ahora en profundidad a analizar esa increíble inteligencia.
Las Aves más inteligentes: los Córvidos.
